¿Educación presencial o virtual?

Por Ana Tara Amela, Luna Belandria y Candela Milián

Hace unos años la educación no era muy popular. Hoy, el aprendizaje online se ha convertido en la opción preferida de millones de personas por su flexibilidad, por eliminar las barreras geográficas y por dar acceso a una oferta educativa más variada.

La educación online (también conocida como e-learning) continúa ganándole terreno a la presencial y ya son mayoría los estudiantes que han probado este tipo de enseñanza. El 77% de los jóvenes del mundo tiene en su currículum algún curso online, según revela una encuesta de Global Shapers publicada por el Foro Económico Mundial (WEF) y la tendencia no hará sino aumentar.

Otra prueba manifiesta del crecimiento global de la formación a distancia es el número de usuarios de plataformas de cursos online: las cinco más utilizadas a nivel mundial sumaron en total casi 90 millones de alumnos en 2018 y más de 900 universidades incorporaron ese mismo año los MOOC (cursos online masivos y abiertos) a su oferta educativa, tal y como apunta el buscador de seminarios Class Central.

Norteamérica y la región Asia-Pacífico lideran la industria de la enseñanza online que, según el informe de previsiones Global Online Education Market: Forecasts from 2018 to 2023, obtendrá una tasa de crecimiento anual del 10,26% los próximos cuatro años y superará los 286.000 millones de dólares de valor de mercado en 2023.

DIFERENCIAS ENTRE EDUCACIÓN VIRTUAL Y PRESENCIAL:

La formación online y la presencial son dos formas distintas de adquirir conocimientos. Aunque las dos persiguen la calidad de la enseñanza, cada una utiliza su propio método y establece sus propios canales y pautas de aprendizaje.

La educación virtual recurre a Internet y a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para facilitar a los alumnos herramientas didácticas (chats, blogs, videoconferencias o documentos compartidos) que hagan más dinámico el curso y más intuitivo y fácil de seguir. Este sistema asíncrono permite a los estudiantes asistir a clase, trabajar, comunicarse, examinarse y acceder a los contenidos desde cualquier lugar. La formación a distancia se caracteriza también por fomentar la autonomía y la curiosidad de los alumnos, el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico y el aprendizaje autodidacta. Este sistema, además, diversifica las fuentes de conocimiento. En cambio, en la educación presencial los estudiantes acuden a un aula física donde transcurre la enseñanza y gran parte del aprendizaje. En esta modalidad los alumnos adquieren un papel más pasivo y se adaptan al ritmo y al método del profesor, que se convierte en la principal fuente de consulta.

VENTAJAS DE LA FORMACIÓN PRESENCIAL

  • No hay barreras geográficas. Las mejores instituciones educativas del mundo están al alcance al poder acceder a ellas desde cualquier lugar.
  • Los horarios son flexibles. Los contenidos siempre están disponibles y se puede acceder a ellos en cualquier momento. Esto facilita estudiar varias materias al mismo tiempo.
  • Los costes son menores. Las cuotas de matriculación son más económicas al requerir, entre otras cosas, menos infraestructuras.
  • Los contenidos se actualizan. Todos los materiales están en formato digital y eso facilita su renovación constante.