La pandemia del coronavirus ha obligado a muchas escuelas comenzar a hacer clases online. Pero, ¿están satisfechos los estudiantes? Muchos de ellos se quejan y dicen que no son un medio de aprendizaje viable.
En la actualidad, ha habido muchos rebrotes de la COVID-19, y por ese motivo se han tenido que tomar medidas para el aprendizaje muy incómodas, tanto para alumnos como para profesores. En algunos institutos y escuelas están confinando a los alumnos y profesores para evitar más contagios.
El Departament d’Educació ha tomado la decisión de que los grupos clase confinados hagan clases online para poder seguir con la mayor normalidad, el curso.
Para empezar, las clases online tienen cosas buenas y malas. Las clases virtuales te ahorran tiempo de desplazamiento y dinero en transporte público. Además, los padres que tienen niños pequeños no necesitan pagar por los servicios de una canguro. También, cambia el hecho de hacer las clases presenciales a online, puesto que la tuya, en una presencial, si quieres preguntar algo puedes levantar la mano y el profesor/a te ve mejor, en cambio en una online si tienes una duda es más difícil que el profesor/a te pueda atender. Por otro lado, creemos que para los alumnos el seguimiento es más complicado en clases online, puesto que los alumnos podrían estar tentados a estar con micro y cámara apagada mientras está jugando o viendo algún video.
Por lo tanto, nuestra opinión sobre las clases online es que está bien como medio de aprendizaje pero cuesta más concentrarse ya que no es el mismo horario de siempre. Al ser todo online y solo haber una o dos horas de clase a la semana, el mismo ritmo de clases presenciales no es el mismo ya que ponen muchas tareas intentando igualar lo que hacen en un día.