Hay que tener responsabilidad para cuidar a un perro

El perro, abandonado de cachorro por su primer dueño, vagabundeó por asociaciones hasta llegar al refugio en el que vive

Rusty es un perro que siendo solo un cachorro fue abandonado por su primer dueño porque “era hiperactivo”. Después empezó a vagabundear por diversas asociaciones hasta que llegó al refugio en el que hoy vive. Tras dos meses en un hogar de acogida lo enviaron a un centro de rescate animal y dos meses más tarde fue devuelto a la Sociedad Protectora de Animales del Centro de Texas.

Al parecer no era amigable con el resto de los canes. Iban pasando los meses y el tiempo de acogida de Rusty se fue alargando, haciendo que el perro se deprimiese por falta de contacto. Por suerte consiguieron animarle y volvieron a adoptarlo, aunque un mes después lo devolvieron. Por último lo adoptaron una vez más y al día siguiente lo devolvieron porque “daba demasiado trabajo”.

En nuestra opinión, los perros dan trabajo y la gente debería ser consciente de esto, ya que algunos piensan que son simples juguetes. Pero está claro que tiene que haber una responsabilidad. Si alguien no se ve capacitado de cuidar a otro ser, no debería de adoptarlo. Un perro no es un juguete que lo puedes devolver de un día para el otro. El hecho de cambiarle tanto de lugar le perjudicó socialmente y emocionalmente, y aunque es cierto que pudieron solucionarlo sigue siendo un tema serio.

En conclusión, mucha gente no es consciente de la responsabilidad, la conciencia y sobre todo el tiempo que hay que tener para cuidar a un perro. Rusty es un ejemplo claro de ello, pero lamentablemente no es el único caso. Creemos que para evitar este tipo de problemas los que lo adoptaron deberían haber tenido más paciencia, ya que un perro no es fácil de tratar. Otra opción también sería que los de la asociación podrían haber contratado a alguien para educar y remodelar las actitudes del perro.