Per: Alba Pallarés y Roan McGuire
Algunos alumnos han boicoteado las competencias básicas porque consideran que no es un sistema justo
Hace ya unos días que más de 79.000 estudiantes catalanes de cuarto de la ESO se enfrentaron a los exámenes de las competencias básicas de 2021. Se iniciaron el 17 de febrero a las 9:00 horas de la mañana con el examen de matemáticas, y justo después se llevó a cabo el examen de lengua castellana. Tras el descanso, finalizaron las competencias básicas del primer día, con el examen de inglés. El segundo día, jueves 18 de febrero, las pruebas empezaron a las 9:00 horas de la mañana con el examen de lengua catalana, y finalizaron con la prueba cientificotecnológica.
Las competencias básicas son una prueba en las que se evalúan las competencias y conocimientos básicos que deben haber adquirido los alumnos al final de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Estas pruebas son organizadas por la Generalitat de Catalunya.
Las pruebas sirven para evaluar la competencia media de un instituto viendo la capacidad de sus alumnos. “Podría haber métodos mejores, pero serían más caros” , dice Jaume Gudayol, profesor de matemáticas del Institut 4 Cantons. Esto puede traer prestigio a un centro, pero también mala fama si se obtienen notas más bajas que la media. Aunque no son cien por cien fiables, ya que hay alumnos que no tienen la capacidad suficiente y están exentos de realizarlas.
Por otra parte, hay estudiantes que están boicoteando las competencias básicas porque creen que no es un sistema justo. Bajo el lema: la educación no es una competición, protestan porque no creen en estas pruebas y piensan que solo se evalúa lo que le interesa al sistema. Factores como el espíritu crítico o la educación emocional no se contemplan en este tipo de pruebas.