Las franquicias invasoras arrasan con el Skating Club, hogar de los sueños de mucha gente

Las franquicias son una marca que tiene distribuidas sus muchas tiendas por el mundo estas se encargan de vender productos con nombre de la marca para así darla a conocer, por ejemplo McDonald’s, Burger King, Carrefour, Consum, Caprabo, etc…

En estos tiempos están arrasando con muchos comercios pequeños. Arrebatan los sueños a muchas personas que se quedan sin esos pequeños comercios y sin una gran parte de su tiempo y esfuerzo invertido. Pero por lo que parece lo que más les duele a los comerciantes locales no solo es perder su comercio. 

Según las declaraciones de un comerciante local está es su declaración:

«Me parece horrible el hecho de arruinar todo mi esfuerzo, pero lo que más me duele es que encima se la compliquen a mis clientes y amigos de toda la vida.»

A finales de 2019, la pandemia arrasó con muchos comercios y se cobró muchísimas víctimas.

En esta noticia contaremos la historia del Skating Club Barcelona, lugar donde muchos niños, jóvenes y adultos tenían un hobby, convertido en un sueño.

Todo empezó con el comienzo de la pandemia, en 2019, esta dejó sin dinero a los propietarios del local y eso provocó que al no tener suficiente dinero para seguir adelante, vendieran el local a otros comercios; en este caso, se trataba de una franquicia.

Esta instalación estaba situada en la calle Roger de Flor 168, en el distrito de la Eixample. El Skating Club fue inaugurado el 15 de diciembre del año 1974 y se convirtió en un referente para varias generaciones de jóvenes. Era una pista de hielo con capacidad para 600 patinadores, con servicio de bar y enfermería.

Después de casi 47 años, en los que toda Barcelona podía disfrutar de ese establecimiento, la pandemia ha causado un cierre permanente. Para salvar el negocio, la empresa presentó un expediente de regulación temporal de empleo, pero no fue suficiente. Ahora su futuro es convertirse en un supermercado, destrozando los sueños de mucho/as patinadore/as.

Declaración de la portera del edificio desde hace más de 20 años:

«Había mucha vida. La calle se llenaba de niños, familias, parejas, y ahora no hay nada», lamenta Cristina.

Declaración de una alumna de las clases en el Skating club:

«Yo antes tenía un futuro como patinadora, podía ser positiva y pensar que pasara lo que pasara tendría el Skating para mí, ahora me lo han arrebatado y la única escuela de patinaje sobre hielo que queda es demasiado cara. No solo nos han arrebatado el Skating al rechazar la petición, sino que nos han arrebatado nuestro futuro.» 

Este es un triste suceso, que algunas personas podrían haber cambiado, pero ha pasado así y ahora lo único que podemos hacer es intentar estar al corriente del tema y no olvidar el Skating Club Barcelona. Declara Carol, patinadora del lugar.