Martina Roselló. 2º de la ESO. Escolapias Gandía. Valencia.
No niego que esta enorme fuente de información no sea un gran avance. Las redes sociales o mejor dicho, una Red Social es, según Wikipedia: «Una estructura social compuesta por un conjunto de actores (tales como individuales u organizaciones) que están relacionadas con algún criterio (relación profesional, amistad, parentesco, etc.)».
Por otra parte, como dijo Bob Wientzen, las redes sociales son “marketing directo con asteroides”. ¿Con qué definición estás más de acuerdo? Bien, piénsalo.
Como todo el mundo sabe, este tipo de plataformas: Facebook, Instagram, Twitter, etc., son buenos mecanismos de comunicación, tanto, que no solo podemos hablar con personas que conozcamos o de nuestro alrededor, si no también con personas de cualquier lugar, edad, raza, personalidad y a la hora que se desee en cuestión de segundos.
No obstante, llegado a un exceso nos podemos encontrar con conflictos a la hora de relacionarnos con el exterior. Se nos olvida eso que nos rodea y prestamos más atención a lo que hoy llamamos “amigos virtuales”.
Es importante destacar que la rapidez de apretar un botón tanto como para hablar con cualquiera, divulgar o publicitar productos; lo que hacemos ahora como colocar carteles en las paredes, los vendedores ambulantes que nos encontramos en las playas o hacer publicidad en los servilleteros y mesas de las terrazas, ahora se convertirá en banners que encontraremos en nuestros teléfonos e internet.
Gracias a este tema abarcamos a los nuevos preescriptores de opinión. Los influencers, aquellas personas que tienen una importancia en nuestras vidas mayor que seguramente nuestro vecino de toda la vida. Sabemos todo lo que hacen diariamente, nos enseñan aquella vida paralela a la realidad y que parece de ensueño, rodeada del género que nos guste (videojuegos, salud, deporte, moda).
Además, muchas empresas están agradecidas ya que estos se encargan de divulgar todo tipo de productos hacia el resto de seguidores y demás. Estos que miden los likes y followers al milímetro y que llegó a un punto en el que el propio Instagram decidió ocultarlos para que no provocaran problemas, aunque fueron tales las personas que se le echaron encima que la empresa los volvió poner.
No sólo esta gran influencia de las personas famosas que hay, el número de personas que nos ven o la cantidad de likes que tengamos en una foto provoca problemas en las personas, depresión, u otras cosas. No sólo esto nos hiere, sin embargo es lo mínimo.
Por otra parte, por el simple hecho de que no sabemos quién hay detrás de la pantalla comentamos lo que pensamos sin importar que a los otros les puede afectar, nos da igual si está bien o mal. Hacemos comentarios sobrantes que seguramente en persona no diríamos y nos metemos con los demás.
Por terminar, a eso se le llama ciberacoso, según la página web stopbullying.gov “el ciberacoso es el acoso que tiene lugar en dispositivos digitales, como teléfonos celulares, computadoras y tabletas. Este incluye enviar, publicar o compartir contenido negativo, perjudicial, falso, o cruel sobre otra persona.»
«Esto puede incluir compartir información personal o privada sobre alguien más, provocándole humillación o vergüenza. Algunos acosos por Internet pasan a ser un comportamiento ilegal o criminal”, añade la web.
Un acto que ocurre a diario con miles de niños y que por desgracia es muy difícil parar ya que no somos conscientes del todo, una novedad en los adultos que ellos no han tenido presten y por ello no saben cómo actuar o la existencia de ello.
Para concluir este extenso tema, en lo que a mí respecta, las RR.SS pueden funcionar según tú quieras, puedes hacerlo de manera correcta y aprovechar todas esas herramientas positivas que nos da la plataforma o en cambio, usar esa facilidad para herir a otros, no hacer un buen funcionamiento y que esto nos provoque un grave problema.
No distorsionar la realidad, no ocultar aquellas inseguridades, no desahogarse con otras personas que no tienen nada que ver, no usar la app en exceso y olvidarnos de la verdad. Hechos que si nadie hiciera nos ahorraríamos seguramente bastantes malos sabores de boca y todo esto sería más sano. No olvidemos, que lo complicamos nosotros mismos, no culpemos a la plataforma.