Desde siempre, los seres humanos hemos trabajado por y para un beneficio, como puede ser la propia alimentación, o un propio interés. Aun así, muchos nos planteamos, ¿qué pasará con nosotros en un futuro? ¿con nuestra economía? ¿y con el sistema educativo/laboral?
Según un estudio de Oxford dentro de 20 años el 47% de los trabajos en Estados Unidos serán desempeñados por máquinas. Esto podría ir extendiéndose a los demás países avanzados tecnológicamente.
La posibilidad de que las máquinas quiten el trabajo a los seres humanos no es un tema novedoso, pero suena, y realmente es más fuerte de lo que puede ser esta posible realidad. En pocas décadas, podríamos presenciar una de las transformaciones más importantes en la producción de bienes y servicios que afectaría a la economía mundial, disminuyendo así las responsabilidades de los humanos.
Actualmente hay muchas tecnologías que ya han sustituido al hombre y que tampoco le hemos dado mucha importancia, ya que nos han facilitado nuestra vida cotidiana; como los coches eléctricos sin necesitar un conductor, cirugía robótica, máquinas artificiales que son capaces de detectar y reparar tumores malignos…
En conclusión, aunque la tecnología pueda facilitar muchas cosas, según mucha gente los robots y las tecnologías han llegado para quedarse y evolucionar, es decir, podrían llegar a otros extremos. Tampoco creemos que los robots o las tecnologías artificiales e inteligentes se tengan que normalizar hasta sustituir las actividades del ser humano.
Desde nuestro puto de vista, la pobreza aumentaría, se apoyaría mucho al capitalismo y solo las personas con mucho dinero ganarían, es decir, la economía de la gente de clase media/trabajadora se ”extinguiría”. De esta manera, también es verdad que la sociedad en sí acabaría moldeandose a la necesidad de otros trabajos.